Como bien he mencionado antes me apasiona el desarrollo personal así que empezaré mi historia por cómo me inicié en este camino.

Mi vida estaba siendo un caos, no tenía metas y lo  que me apasionaba y era mi vocación se convirtió en una pesadilla. Soy auxiliar de enfermería en salud mental, si todo muy acorde ¿verdad? jajaja

Pues como te decía esta es mi gran pasión, sigue siéndolo claro, solo que ahora he cambiado el enfoque. Pasé de dejarme pisotear en un trabajo donde mi talento no se valoraba a hacer de mi pasión una parte fundamental de mi vida personal y profesional. Me di el valor que otros no supieron darme y esto cambió mi vida.

¿Sabes cuando haces click? Si sé que es un cliché, pero fue así. Pues yo lo hice en el momento más inoportuno de mi vida. Estaba a 2 semanas de casarme y como no, siendo auxiliar en la sanidad Española ya puedes imaginarte que me tenían haciendo turnos indeseados, contratos basura de pocos meses…vamos lo perfecto para empezar una vida en pareja ¿no? Pero lo más bonito fue el no tener derecho a mis vacaciones por luna de miel. Así que como mi contrato finalizaba no me renovaron y me dijeron que cuando volviera de las vacaciones me harían uno nuevo. ¿Adivina quién no volvió nunca más? Exacto, presente.

Ese fue el click final que cambió mi vida. Y te voy a dejar la misma pregunta que me hice a mi misma, por si algún día puede servir para cambiar la tuya. “¿Esto es lo que esperas de la vida, esto es lo que vales?” Cuando conteste esta pregunta sentí tanto dolor que me prometí a mi misma que jamás volvería a estar en esta situación, es por ello que cada día que me levanto trabajo por mis sueños y  no por el de los demás.

Después de mi luna de miel decidí emprender un negocio que tenía en mente hacia mucho, mi propia boutique de moda.

He de decir que aunque fue súper bonito, fue igual de duro. Y aquí es donde empecé a formarme en planes de negocio, en marketing, en mil y una cosas. ¿Y sabes que tenían en común todas las formaciones? Acertaste otra vez, la mentalidad.

Yo ya había ido a terapias (cosa que voy a contarte unas líneas más abajo) y obviamente adoro la mente y el comportamiento humano así que era de esperar que ahondase más en esta parte en especial.

Y ahora es cuando la cosa se pone interesante… ¿Recuerdas todo lo que te he dicho que te contaría más tarde? Pues voy a hacerlo para ponerte en antecedentes a todo lo demás.

Este fue el detonante para sumergirme en el mundo del desarrollo personal y la mente. Y se convirtió en mi gran inspiración para hacer el trabajo que hoy hago, que es ayudar a mujeres a trabajar en sí mismas y poder superar situaciones difíciles como yo lo hice.

El año pasado sufrí un gran brote de psoriasis debido a la medicación que estaba inyectando en mi cuerpo. Te cuento, a los 11 años me diagnosticaron una enfermedad inflamatoria intestinal “Crohn”, que es crónica. Esto significa que es para toda la vida. (Aquí fue donde tuve contacto por primera vez con las terapias, que ayudaron muchísimo en toda mi vida). Por lo tanto desde esa temprana edad me estaba medicando y como bien sabemos los medicamentos tienen efectos secundarios. Tachán, bienvenida psoriasis. Esto se empieza a poner interesante, el primer brote de psoriasis fue a los 15 años y esto obligo a los médicos a cambiar de medicación y si, este cambio me dejo como unos 5 años de margen en mi vida para disfrutar de ser una adolescente normal. Pero como todo en la vida venía con fecha de caducidad.

Así que hace un par de años dejó de funcionar la medicación y volví a mi querido hospital, esta vez no de pasada. Y el año pasado reapareció mi querida psoriasis. (No la echaba de menos en absoluto, pero no se lo digáis ¿Vale? Es de sentimientos frágiles)

Para dejarlo bastante claro, para aquellos que no conozcáis la psoriasis. Es como tener a alguien limando y abriendo tu piel 24/7. Y la parte más desagradable es cuando es una psoriasis capilar. Espera que te dejo adivinarlo. Si, premio. Tuve ese tipo de psoriasis y todavía estoy sufriendo sus consecuencias a día de hoy.

Se me empezó a extender por todo mi cuero cabelludo y mi cara e hizo caer mi cabello.

Esto mezclado con el dolor físico me llevo a terapia de nuevo y pedir ayudar a profesionales.

Y he de decir que estoy muy agradecida por haber vivido esta experiencia, gracias a ello descubrí cosas fascinantes de nuestra mente. Cosas que te contaré más adelante.

Pero sin esta vivencia en mi vida no estaría hoy aquí contándote mi historia. Me dió valentía y fuerza para superar cualquier barrera, cualquier obstáculo, fue mi detonante. Todos tenemos uno, una situación que te pone al límite y eres tu quien decide si te hundes con ella o por el contrario luchas para superarla. Yo claramente escogí la segunda y eso me ha hecho una mujer mucho más fuerte.

En mi búsqueda por encontrar una cura milagrosa para que esto desapareciese, he de confesar que la encontré. Y si, obviamente tendremos un espacio dedicado a hablar de todas las terapias, cremas y remedios que me funcionaron. Pero lo más importante y por eso estamos aquí, entendí que en mi mente reside mi poder. Cuando empecé a cambiar mis creencias, milagrosamente empecé a sanar.

Es por eso que a pesar de vivir una circunstancia tan terrible estoy tan agradecida, porque sin ese cambio de mentalidad nunca habría llegado a tener este poder.

Así que mujer, si estás pasando por un momento difícil simplemente abrázalo y sánalo. Esto te hará poderosa.